Es costumbre entre periodistas, gurús y público general eso de ver la paja en el ojo ajeno y no darnos cuenta de la vigueta de tres toneladas que tenemos en el nuestro. Criticamos a otros países sin pudor por sus faltas de libertades, de calidad democrática o por las formas que tienen de gestionarse, cuando España no puede presumir de ser ejemplo de mucho. Es por esto por lo que el dibujante Aleix Salió se decidió a crear su obra Españistán, donde hace un repaso de la situación de España desde el año 2000, "el inicio de una prometedor época de bonanzas económicas y libertades sociales que ha acabado por mostrarse ante nuestros ojos como un monumental engaño. Un engaño, a la postre, tan burdo como el timo de la estampita", asegura el autor en la página Web del libro (http://estepaissevaalamierda.wordpress.com/). Además del libro, Salió ha publicado un vídeo de animación en el que repasa la estafa de la burbuja inmobiliaria con el que ha conseguido una gran difusión en la Red.
En definitiva, como país no somos tan diferentes a los otros que miramos como monstruos. Lo que sí que nos une es que casi siempre pagamos los mismos.
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