Hace pocas horas ha saltado a las portadas de los medios de comunicación que el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha anunciado que el Estado español podría canjear su inyección de dinero público en la entidad no por un interés (como si fuera un crédito normal) sino que la contraprestación sería parte de las acciones del Banco Financiero de Ahorro (BFA), entidad que controla el 45,3% de Bankia, según El País. La cuestión de la nacionalización de Bankia no está en si se debe de nacionalizar o no (yo tengo claro que es necesario crear una banca pública y esta sería una buena ocasión para lanzarla) sino en si la operación sería una nacionalización en sí o la instauración del conocido como banco malo de una forma sutil.
El portavoz económico de IU en el Congreso, Alberto Garzón, ha comentado su escepticismo inicial en varios mensajes lanzados en su cuenta de Twitter. Garzón ha instado a esperar a que el Gobierno publique el documento que aclare toda la operación para hacer una valoración final, pero ha advertido la posibilidad de que en lugar de que el gobierno nacionalice la matriz de BFA (citada accionista mayoritaria de Bankia), lo haga de BFA individual (filial también de BFA, es decir, al nivel de Bankia), una entidad paralela y del mismo nombre que aglutina los activos tóxicos del grupo. BFA individual nació en la creación de Bankia, cuando se unieron varias cajas para mejorar su situación, siendo las dos más importantes, Caja Madrid y Bancaja.
Tanto Caja Madrid como Bancaja eran, y son, dos cajas que tienen muchas viviendas entre sus activos. Esto se debe a que tiempo atrás, sobre todo en el boom de la burbuja inmobiliaria, habían concedido muchos créditos que sus clientes, crisis mediante, no han podido hacer frente o se prevé que no pagarán, por lo que el banco se ha quedado con estas casas. El problema de estas viviendas se encuentra en que están tasadas en el valor que tenían durante la burbuja inmobiliaria, un valor mucho mayor al que tienen hoy, cuando hay un sobre exceso de oferta de casas y pisos. Lo normal y más razonable es que, como cualquier otra empresa o particular, el banco reconociera que sus activos (estas casas más valoradas de lo que en realidad marcaría el mercado) han perdido valor y sus ganancias serían menores o incluso tendrían pérdidas en las operaciones, de ahí lo de llamarlos activos tóxicos.
En lugar de eso, Caja Madrid y Bancaja vendieron estos activos tóxicos, valorados en 37.514 millones de euros , a su "primo" BFA individual, por lo que Bankia en lugar de tener unos créditos que no iban a cobrar o unos pisos que no iban a poder vender al precio inicial, tiene casi 40.000 millones de euros con los que maquillar sus cuentas y ser atractiva para los inversores extranjeros. Por su parte, BFA individual se convierte en uno de los llamados bancos zombis, es decir bancos que están muertos, porque su patrimonio no tiene valor, pero que aún así están vivos.
Por lo tanto, una nacionalización de BFA matriz aseguraría el control de la cuarta entidad financiera del país, Bankia, y colocaría al Gobierno en una posición ideal para dar un uso social a esta ingente cantidad de casas vacías, por ejemplo, ofreciéndolas en un régimen de alquiler barato a familias con riesgo de exclusión social, parados de larga duración, jóvenes, etc. En cambio, una nacionalización de BFA individual sería controlar solo al putrefacto zombi, al banco que está abocado a dejar de deambular en un tiempo muy cercano. Cambiar 7.000 millones del erario público por acciones de BFA individual conllevaría, una vez más, sacar de un aprieto al poderoso con el esfuerzo de todos, ayudarlo a maquillarse para estar atractivo y ponerle morritos al inversor, una vez más socializar las pérdidas para hacer más fácil que las ganancias sigan en manos privadas.
Si la supuesta nacionalización de Bankia no va a ayudar a mi gente sino que va a seguir empujándola hacia el barro yo digo no. Si un supuesto gobierno liberal interviene en economía sólo para ayudar a sus amigos mientras privatiza lo público, yo solo tengo una respuesta. Nos vemos en la calle.
En realidad, cuando empezó a verse esto de la crisis se debía haber nacionalizado buena parte de la banca, creando banca pública. No es una casualidad que los bancos más saneados en EE.UU. son aquellos con gestión pública desde hace muchos años. Pero en España se ha ido al revés, continuando con el apoyo a la banca privada y perjudicando a sus ciudadanos.
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