Mientras reviso y adapto mi reportaje de investigación sobre el origen de la crisis, os dejo con este artículo que la agrupación de IU en Montalbán me han pedido para la revista La Ristra. Aquí resumo algunas de las ideas que expongo de forma más amplia en el trabajo que subiré los próximos días.
En España se ejecutan 159
desahucios diarios mientras que hay construidas más de cinco millones de
viviendas que continúan vacías. En cualquier contexto y situación política
donde imperara la lógica y la solidaridad con el ser humano, no harían falta
más argumentos ni cifras para demostrar que el sistema en el que vivimos es
dañino y perverso. No obstante, hasta hace poco, el drama que se iba gestando en la vivienda y sus consecuentes
desahucios, ha sido sobrellevado por la marea de la burbuja inmobiliaria
española y por la ilusión de riqueza que extendió entre gran parte de la
sociedad que hoy, después de su estallido, se ven de bruces con la vuelta a la
realidad de su clase trabajadora. Por esta desmemoria y desconocimiento, es
necesario apuntar a los verdaderos culpables de esta crisis para desterrar del
imaginario colectivo la tan machaca y falsa idea de que “hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades”.
Lo que sí es verdad es que en los
últimos diez nos hemos endeudado por encima de nuestras posibilidades, algo que
también podría ser reprochable si el ciudadano hubiera tenido alguna otra
opción para seguir viviendo dignamente. Pero no, las familias durante la pasada
década, supuestamente unos años de bonanza, se han visto arrastradas a
solicitar créditos por el aumento de la inflación, es decir, del precio de los
bienes y servicios que necesitamos, que subió un 20% mientras que los salarios aumentaron
sólo un 13%. Llevada a la práctica, esta situación supone que aun ganando más dinero en el
trabajo, la gente tenía menos poder adquisitivo. A este contexto general, se le
sumó el incremento desorbitado del precio de la vivienda, que en los últimos
años ha encarecido su precio un 66%, convirtiendo un derecho constitucional en
un lujo, sobre todo para los jóvenes precarios que no ven el camino para poder
emanciparse de su hogar paterno.
Después de estallar la burbuja
inmobiliaria, que sólo ha beneficiado al sector financiero (la banca española
se convirtió en el negocio más rentable del mundo) y al inmobiliario
(sobredimensionado en un 14% cuando le correspondería un 7% del PIB) los que
están pagando las consecuencias son las familias que se ven sin casa, sin
trabajo y con una deuda de por vida con el banco. Ante esta situación, muchas
personas se han organizado en plataformas como Stop Desahucios que han
intentado frenar estos desalojos y que luchan por instaurar la dación en pago
de la vivienda al banco y que eliminaría la deuda al entregar la vivienda.
A pesar de las buenas intenciones
de estas propuestas, la dación en pago se ha quedado corta en las
reivindicaciones que se deberían hacer hoy en día. La pelea por la dación en
pago tenía sentido hace unos años, cuando, además de liberar a las familias
desahuciadas de la deuda, ayudaban a señalar al culpable de la crisis, el
sector financiero. Pero ahora, después de rescatar a los bancos con más de
100.000 millones de euros, la dación en pago supondría estar desahuciando a
personas con dinero público. Hay que dejar claro que con la dación en pago el
banco sigue ganando, gana menos dinero del que en principio pensaba, pero obtiene
beneficio con las mensualidades de la hipoteca ya pagadas y se queda con la
vivienda.
Ahora las reivindicaciones
sociales deben de trasladarse de la dación en pago a la prohibición de desahuciar
a cualquier persona hipotecada con entidades rescatadas con dinero público, así
como luchar para que todos los parados y personas en riesgo de exclusión
reciban una moratoria en el pago de sus deudas. Los bancos ya han recibido este
plazo de gracia y la ayuda de todo el pueblo, no nos queda otra que exigir que
nos devuelvan lo que hemos pagado entre los trabajadores.
España va mal. Con solo poner la televisión nos bombardean con datos, cifras y tecnicismos que yo, ESPAÑOL MEDIO, no entiendo y de toda esa masa gris solo deduzco España va mal. Pero, ¿que hago para salir, luchar, contrarrestar esta crisis? ¿Esperar como espera el rebaño a su pastor? ¿Evadirme en el pasado y echar mierda a distintos partidos políticos? ¿Llorar al leer, veer, oír las noticias económicas?
ResponderEliminarTú has empezado a luchar. ¿Buscar el motivo de la crisis? Vale, sin duda alguna compraré tu libro (espero una dedicatoria) siempre y cuando al leer la contraportada recuerde este mensaje y me de cuenta de que: no ha escrito un libro para vender 20 ejemplares, ha escrito un libro para EMPEZAR ha acabar con la crisis.
''No podemos saber lo que habrá sin saber lo que ha habido.''
Muchas gracias por el ánimo y por coincidir con lo que modestamente intento hacer, que es recolectar lo que otros saben para intentar explicarlo lo más fácil que pueda. Me ha gustado mucho eso de que no se debe de olvidar que cosas como ésta sólo son algo para empezar, sólo es intentar dar una base para la realidad y la lucha que están en la calle.
ResponderEliminarSupongo que eres alguien cercano, pero para la próxima, si quieres dedicatoria, tienes que decirme quién eres ;). Muchas gracias de nuevo!