Reportaje
En la democracia la censura económica y el silencio editorial son una de las formas más invisibles de acallar los discursos críticos. 'Hay alternativas' de Juan Torres, Alberto Garzón y Vicenç Navarro; 'Traficantes de Información' de Pascual Serrano y el excrítico literario de El País, Ignacio Echevarría, son unos de los ejemplos de estas prácticas
En la democracia la censura económica y el silencio editorial son una de las formas más invisibles de acallar los discursos críticos. 'Hay alternativas' de Juan Torres, Alberto Garzón y Vicenç Navarro; 'Traficantes de Información' de Pascual Serrano y el excrítico literario de El País, Ignacio Echevarría, son unos de los ejemplos de estas prácticas

La entrada de ayer contiene una pequeña reseña sobre el libro Hay alternativas de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón en la que se recoge la peculiar, pero no nueva circunstancia, del silencio editorial que ha sufrido la obra por parte de la editorial Aguilar. Esta editorial, perteneciente al conglomerado mediático de PRISA, se interesó en su día por publicar la obra de los tres divulgadores económicos según afirma Alberto Garzón en su blog. Los autores aceptaron la propuesta, sabedores de que si una gran editorial se encargaba de lanzar este mapa-guía sobre la situación económica, su difusión sería mucho mayor que reducirlo a una pequeña editorial. El proceso siguió su curso e incluso Aguilar comenzó a anunciar en su página web el nuevo libro como una de sus novedades para el otoño. Según afirma Hugo Martínez en su blog de Tercera Información, los primeros desencuentros entre la editorial y los autores surgieron a raíz de una cita en la que se hacía referencia al presidente del Banco Santander, Emilio Botín. Aguilar exigió que estas citas, que estas citas fueran retiradas, petición que aceptaron Torres, Garzón y Navarro, en busca de no perder la citada gran difusión que ofrecía Aguilar. A pesar de la cesión, y de que el lanzamiento del libro estuviese ya programado para el 19 de octubre, la editorial volvió a ponerse en contacto con los autores, esta vez para anunciarles que la fecha de publicación se retrasaría, según Garzón y Torres, sin ofrecer ninguna explicación. Los tres economistas entendieron esta maniobra como el rechazo de Aguilar a publicar el libro, por lo que decidieron editarlo con Sequitur y ATTAC y difundirlo en formato pdf a través de Internet.